miércoles, marzo 28, 2007

Díaz de Mera

A estás alturas está en todos los medios. Por resumir, hace tiempo, el Director General de la Policía el 11 de marzo de 2004, Agustín Díaz de Mera dijo que había un informe que relacionaba el 11-m y el terrorismo de ETA. Hoy declaraba en el juicio por el 11-M. Se ha ratificado. Le han pedido la fuente. Y ha dicho que no podía darla. Le han avisado de que era un delito. Y a pesar de ello ha dicho que no podía darla. Le han dado la máxima seguridad para la fuente. Y ha dicho que no podía desvelarla. Gómez Bermúdez (alias "Superber", o "House", o "el divino calvo") se lo ha rogado. Pero todo ha sido en vano. Y le han abierto procedimiento por un delito de desobediencia al Tribunal. Tendrán que pedir suplicatorio a Europa (Díaz de Mera es europarlamentario). Y le puede caer un año de prisión. Hasta aquí los hechos.

Mis sentimientos son encontrados. Creo que tiene obligación de contestar, pero también tiene obligación de proteger. El secreto profesional de un periodista no es un valor supremo, pero es un valor a proteger. Y aquí la tarea de Díaz de Mera se acerca mucho a ese papel.

Siento llevar la contraria a mucha gente, pero creo que ha hecho bien. Y creo que Gómez Bermúdez también ha hecho bien. Lo más triste de todo es que hoy dos hombres, a mi juicio, honrados a carta cabal han tenido que enfrentarse.

La "fuente" está protegida. El origen de la amenaza ya sabía que la fuente existía desde septiembre. Y si la fuente sigue viva y en su puesto es porque el origen de la amenaza no sabe quién es la fuente. De momento los únicos que conocen la fuente son Díaz de Mera y la propia fuente. Si la fuente hubiera sido revelada, la fuente ya sería conocida por más gente. Y la fuente estaría en peligro (a juicio de DdM, su vida y su trabajo).

Y en lo referente a la verdad, si la fuente (o cualquiera de sus compañeros) no ha(n) salido hasta ahora, nada les impide negar que ellos hayan dicho nada. En consecuencia tendríamos una fuente en peligro (por conocida) y un "tu palabra contra la mía". La verdad no aparece por ningún sitio.

Por el contrario, gracias a que Díaz de Mera ha protegido su fuente, tenemos una persona que puede mirarse al espejo. Una persona que protegerá a sus fuentes, aun a riesgo de su propia libertad.

Por supuesto, puede que todo sea un farol de Díaz de Mera. Un farol que le ha salido mal. Pudiera ser. Yo no sé si por un farol me pondría en riesgo de ir a la cárcel. Pero no es descartabla.

Con todo, comprendo que Gómez Bermúdez se lo rogara y le diera todo tipo de facilidades. Es una fase testifical, así que podría desecharse su testimonio. Pero sabe que su testimonio tiene valor. Y que su información tiene consecuencias para el juicio.

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